Tinder… Tinder, es esa aplicación que empezó en el 2012, para luego en el 2014, revolucionar las artes mágicas del coqueteo intenso y el acercamiento hacia la presa del sexo contrario al suyo, querido lector. Esta aplicación básicamente se trata de crear un perfil conectando algunos datos de su perfil de Facebook como: fotos (no todas) y su edad; luego se organiza sus preferencias como rango de edad, sexo y distancia para realizar la búsqueda; esta aplicación le empieza a mostrar las personas que a usted posiblemente le agrade. Usted tendrá sus momentos de «Tengo el poderrrr» (como dice HeMan) y le dará «LIKE» o «NOPE» a esa persona, si es persona le da «LIKE», esto se convertirá en un «MATCH» y automáticamente tendrá la oportunidad de hablar con esa persona por la activación de una ventana para el chat.
En medio de ese furor de la aplicación, yo me llené de curiosidad y desde el año pasado empecé a hacer un experimento de cómo se comportan los tipos a la hora de expresar el arte del coqueteo y del primer acercamiento. Los datos que había recogido fueron muchos, pero se borraron. Hace poco lo volví a hacer, pero lo dividí en dos: La primera fase, se basó en poner fotos, dándole prioridad a mi escote (tengo tetas… y grandes) y la segunda fase, decidí poner fotos donde estuviera en diferentes ambientes, pero no le dí prioridad a nada, solo a mostrar mi cara.
Decidí tomar fotos a los chats, no se revelará identidades pero si lo que hablan y esto fue lo que pasó
FASE 1:
1. El deseoso de tetas: Este sujeto, hace un cortejo bastante peculiar donde no se aguanta las ganas de expresarse y pide excusas (pendejas) por hacerlo, pero como dicen por ahí: «El que muestra el hambre, no come».
2. El que quería mimos y necesita cariño: Este otro chico, llegó a mi Whatsapp al principio parecía un hombre normal, con lo que yo no contaba era que armara un show por no aceptar su invitación a salir, la conversación lo dirá todo.
3. En la búsqueda: Mientras a uno le hablan o le preguntan lo tipico, como todo un proceso de selección, usted pues va buscando otras posibilidades y esto fue lo que me encontré:
La bien ponderada selfie en el ascensor.
El que decidió mentir sobre su edad, no sé para qué.
FASE 2:
4. El que te llega a confundir con una «chica de la vida alegre»: Este amigo en particular, en medio de sus preguntas y respuestas básicas decidió decir que encontraba cierto parecido a alguien de un sitio para buscar sexo. Si quiere sexo, dígalo, pero no rompa el hielo de esa manera.
El arte del cortejo y del coqueteo se ha modificado de una manera abismal, también hubo casos buenos pero los reservé, porque alguna cosita me tenía que quedar. Hombres, no aparenten sensualidad, ni el intento de «Christian Grey», no muestren el hambre cuando ven tetas, no es sano. Mejor dicho, sigan así libreteados que se ven muy bonitos. Aprendan a «venderse» bien, que a las mujeres nos gusta.
*No se revela la identidad de ningún amigo participante, es con fines recreativos y de ocio, si se siente susceptible o atacado, pues simplemente: «Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia».
Solo Lettere. 